El 30 de abril de 2025, Ucrania y Estados Unidos formalizaron un convenio estratégico para la explotación conjunta de recursos minerales, señalando un avance significativo en la colaboración entre ambos países y en los esfuerzos por la recuperación de Ucrania después de la invasión rusa de 2022. Este acuerdo incluye la creación de un Fondo de Inversión para la Recuperación, donde ambos países tendrán una participación igual del 50%, con el objetivo de atraer inversiones globales y robustecer la economía ucraniana.
El acuerdo contempla la explotación de 57 minerales, incluyendo tierras raras, petróleo y gas natural, con el compromiso de reinvertir íntegramente las ganancias en la economía ucraniana durante los primeros diez años. Posteriormente, los beneficios podrán distribuirse entre los socios. Ucrania mantiene la soberanía total sobre sus recursos, y el pacto no impone obligaciones de deuda ni concesiones territoriales. Además, se excluye a cualquier entidad vinculada a la maquinaria de guerra rusa de beneficiarse de la reconstrucción.
El líder de Ucrania, Volodímir Zelenski, describió el tratado como «equitativo» y subrayó su importancia tanto en el ámbito estratégico como financiero. Indicó que el convenio es fruto de complejas discusiones y simboliza una oportunidad relevante para la renovación económica y legal de la nación. Además, el tratado fortalece el camino de Ucrania hacia su integración en la Unión Europea y cuenta con el apoyo de dicha entidad.
La suscripción del convenio tiene lugar en un entorno de persistentes ofensivas rusas, tales como un reciente ataque con drones en la localidad portuaria de Odesa que resultó en pérdidas de vidas. Ucrania confía en que este trato facilite el camino para conseguir garantías de seguridad de parte de Washington y refuerce su defensa ante posibles agresiones futuras.
El tratado aún necesita ser aprobado por la legislatura de Ucrania. Su puesta en marcha se considera un paso fundamental en la asociación estratégica entre Ucrania y Estados Unidos, con la meta de fomentar el resurgimiento económico y reforzar la soberanía ucraniana ante las amenazas exteriores.