En la primavera de 2021, Apple atacó el modelo Meta, basándose en la venta de publicidad segmentada a partir de la obtención de toneladas de datos de los usuarios. La compañía Apple lo hizo a través de la actualización iOS 14.5 para iPhone, que colapsó la forma en que Facebook e Instagram se relacionaban con sus locutores a la hora de enviar publicidad personalizada a los usuarios.
La jugada de Apple consistió en instalar en el iPhone una función llamada Transparencia en las siguientes apps –ATT por sus símbolos en inglés–. Hasta ese momento, las aplicaciones instaladas en el teléfono ya no tienen que pedir permiso para utilizar y seguir un identificador publicitario que tienen todos los dispositivos móviles, ya sea el iPhone o el Android de Google.
Cada iPhone tiene un número único llamado IDFA que lo identifica ante los locutores. Hasta iOS 14.5, cada vez que un usuario abre una aplicación en el teléfono Apple, la aplicación puede leer este número y luego, por ejemplo, enviar anuncios a Facebook para enviar anuncios a este usuario, sobre lo que la red social tiene numerosos desde hace mucho tiempo. .
Una actualización del sistema operativo iOS en 2021 reemplazó la forma en que Meta vendía anuncios
Comenzando con ATT, que se ha mantenido en actualizaciones posteriores de iOS, cualquier aplicación debe pedir permiso al usuario para acumular números rojos con penalizaciones publicitarias. Esta solicitud de permiso aparece desactivada por defecto, por lo que, si el usuario no está activo, la aplicación se desactiva desde el principio para acceder a más datos.
Si estos datos fallan, los anunciantes que trabajan con Facebook no podrán dirigir un anuncio a los usuarios como lo han hecho hasta ahora, de forma difícil. Unos meses antes de que Apple activara ATT en el iPhone, la red social de Mark Zuckerberg lanzó una campaña de anuncios en las páginas impresas de los principales periódicos estadounidenses afirmando que el cambio tendría «efectos devastadores» en los iPhone. pequeñas empresas porque limitaban «la capacidad de las empresas para lanzar anuncios personalizados y llegar a sus clientes de forma eficaz».
En el año 2021, unos meses antes de la activación del ATT, el consultor gerente de Apple, Tim Cook, habló en la conferencia europea Computers, Privacy & Data Protección (CPDP-Ordenadores, privacidad y protección de datos) en la que criticó la funcionamiento de las plataformas basado en la interacción del usuario –cuanta más interacción, más datos aportados–, en una clara indicación en Facebook
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Cook denunció a continuación la existencia de “un ecosistema interconectado de empresas y brokers de datos, proveedores de fake news, impulsores de división, rastreadores e interesados en hacer dinero fácil con más presencia que nunca en nuestras vidas”. «Es hora de que esto no tenga un precio en términos de polarización, pérdida de confianza y, sí, violencia», protestó.
Se han roto puentes entre Apple y Facebook-Meta. Es lógico que la empresa manzana haya prohibido la privacidad y protección de los datos de los usuarios. En definitiva, la base de su negocio es otra cosa: dispositivos y servicios, para los que no es necesaria la voracidad de datos de la compañía de Mark Zuckerberg.
Desde entonces, cada vez que ha tenido la oportunidad, Meta ha denunciado algún comportamiento por parte de Apple, como el dominio que ostenta, por ejemplo, con su única empresa de aplicaciones, una exclusividad que probablemente terminará pronto en territorio europeo debido a la aplicación de la Ley de Mercados Digitales (DMA por sus siglas en inglés). La batalla por la privacidad es muy abierta y está encarnada.