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Bru Rovira, nostalgia del reportero de ayer

Bru Rovira, nostalgia del reportero de ayer

La reportera y escritora Bru Rovira (Barcelona, ​​1955) debuta en la novela con una intriga política que le sirve para entablar una misma historia de conspiraciones de la política y el periodismo. En un ejercicio de ironía y discreción –“describo un mundo muy poco intelectual en el que incluso el personaje que quiere intelectualizar es de una banalidad que yo mido”–, el otro periódico de La Vanguardia retiro es Director de Matar al (Navona) una era de cambios en su profesión.

“Para mí el momento epifánico del cambio de paradigma en la televisión fue el caso de las niñas de Alcàsser, con Nieves Herrero diciendo ‘pasábamos a la publicidad’. He comenzado una era en la que la separación entre entretenimiento, huella del corazón e información ha desaparecido. La gente de la época se dedica a entretenerse y distraerse y también tienen el poder de reponerlo”, apunta Rovira.

El autor de África o El mapa mundial de nuestras vidas. que durante 25 años he informado sobre guerras y problemas sociales en este diario , Hasta 2009, “en plena forma”, se sintió expulsada del periodismo, transformada aquí en una mujer política, una periodista más, que se dedica a la profesión de investigar la curiosidad sobre el factor humano. “Me divierto mucho con este alter ego, alguien que sigue una postura periódica”, asegura el premio Ortega y Gasset y Miguel Gil Moreno. Muchos detalles de la novela son, dice, extraídos de sus vivencias como periodista.

“Mis noticias pasan por la secundaria. Siempre estuve enamorada del segundo, de quien no sé. Porque al final os dije que vivimos en un mundo donde creemos estar informados, pero lo que es una gran banalidad y mucha gente escandalizada que, como sucede en mi cuento, estaban allí, aunque no fueran de Ucrania o Gaza, sino para cualquier cosa cotidiana.» “Siento nostalgia, sí – concluye –, pero no volveré a un mundo que no te sucederá a ti. Mi generación fue reemplazada por salarios más bajos, ahora los reemplazo por un algoritmo.»

Por Adilia Girón Ontiveros

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