A lo largo de los años, un servidor ha reescrito mensajes populares de un mes (incluidos algunos navigli) para adaptarlos al mundo actual. Por eso no puedo aceptar con alegría la noticia de que la belleza viva de Vilavenut se extenderá este año a las madres de Dios en lugar de a una sola. Este buen pueblo del Pla de l’Estany tiene como costumbre que cada Navidad participe un grupo que ha tenido un hijo recientemente. Lo habitual es que el padre vea a San José, la madre Virgen María y el niño pueda, por tanto, al pequeño Jesús. Pero como en este caso son dos progenitores, son las vestiduras de las madres de Dios.
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