La imagen del presidente francés, Emanuel Macronque desapareció de los carteles electorales de su partido por los legisladores que colaboraron en la debacle de las elecciones europeas del pasado 9 de junio, una manifestación que no es considerada como base electoral para sus correligionarios.
Una encuesta publicó esta cifra el viernes en el 74% de tasa de impopularidad del presidente, que ha destrozado seis puntos desde que disolvió la cámara baja, colocándolos en su punto más bajo desde su acceso al Elíseo, peor aún que en los momentos difíciles de los “chalecos amarillos” o la reforma de las pensiones.
Incluso el primer ministro, Gabriel Attal, considerado su legado político, justifica que Macron ha dado un paso adelante “porque en estas elecciones no busca un nuevo presidente, busca un nuevo gobierno”.
Un ejemplo lo podemos ver en el mismo centro de París, en el Marais, donde se encuentran los carteles del ex Ministro de Transportes y ex Secretario de Estado de la UE, Clément Beaune. no se incluyen imágenes ni se menciona a Macron yn su juego por el cebo del séptimo distrito de la capital.
Las críticas dentro del campo macronista a su líder hasta ora intocable han sido escuchadas, como si no fuera un tabú.
Edouard Philippe, que fue su primer jefe de Gobierno y que se presentó como el mejor situado para gobernar el centro político francés durante el último mandato de Macron, que finaliza en 2027, comparecía todos los días. más lejos de tu mentor.
“El presidente se abrió camino en el partido presidencial (…) con la decisión de disolver la Asamblea Nacional”, aseguró en la televisión TF1.
El jefe del Observatorio de la vida política de la Fundación Jean Jaurès, Émeric Bréhier, cree que la ausencia de Macron en la campaña refleja la pérdida de popularidad del presidente que “ha perdido más votos de los que ha ganado”.
“Esta campaña duró tres días y el día siguiente estaba a un paso”, dice a Efe Bréhier, que opina que el partido macronista está más centrado en la imagen de Attal, “que es menos importante”.
Imagen en caida
El presidente ha participado en las dos campañas que ha ganado, la elección al Elíseo en 2017 y su reelección en 2022, pero “el deterioro de su imagen es claramente evidente”, según el profesor de la Universidad de París. Panteón, Benjamín Morel.
“Su pérdida de influencia sobre el electorado es clara. En las elecciones europeas de 2019 pronuncié un discurso que permitió a su partido ganar dos o tres puntos porcentuales y entrar en contacto con la extrema derecha. Este año su discurso no sirvió para evitar la profunda derrota de su partido”, informó Bréhier.
Pocos en su partido creen que el presidente tiene la situación bajo control.
“Si lo que pretendía con este adelanto electoral era generar un efecto sorpresa, los únicos que sorprendieron fueron ellos”, afirma Bréhier.
Mientras la extrema derecha y la alianza de fuerzas persisten en considerar que estas opciones son un plebiscito contra Macronsu partido está a punto de saquear al presidente de la batalla política.
“Cuando se apruebe la legislación, Macron la seguirá si es presidente”, afirma Attal, que considera que “por primera vez en 25 años los franceses tienen la posibilidad de elegir al primer ministro”.
“Hay que elegir entre tres candidatos a primer ministro, Jordan Bardella, Jean-Luc Mélenchon y otros”, afirmó el actual jefe del gobierno.
Atrapado entre dos extremos
Hoy, en el extremo, la alianza de personas del mismo plano considera que sus programas “suponen una época en Francia” y conducirán al caos en el país.
“El problema es que Macron pensó que aparecía como la voz contra la extrema derecha, pero el centro político fue visto atrapado en un aprieto entre los dos extremos”, dijo Morel.
El Nuevo Frente Popular, en el que la izquierdista Francia Insumisa de Mélenchon ha sabido atraer a socialistas, comunistas y ecologistas, también señala sobre el papel como un freno a la actual líder Marine Le Pen, con mejores ingresos electorales, según los sondeos.
“En un momento dado, el electorado centrista tenderá a elegir entre salir de la ultraderecha, votar por la alianza de izquierdas o quedarse en casa. Lo que vemos es que muchos nunca van a votar a LFI”, vaticina Morel, que considera que esto puede favorecer una mayoría absoluta para el partido de Le Pen.
Una situación donde Macron parece totalmente decepcionadoSegún Bréhier, quien cree que un político que se presenta como un freno a la extrema derecha puede acabar numerando un jefe de Gobierno ultra.
“Se puede hacer pasar como Obama, que dio protagonismo a Trump”, asegura el politólogo.