“Mucha gente me llamó loco, pero algo en mi corazón me decía que tenía que jugar para Bolivia”. Marcelo Moreno Martins (Santa Cruz de la Sierra, 1987) explicó, en una entrevista con la FIFA, su motivo de ir con la ‘Verde’ y no con Brasil. El capitán, que patentó su emblemática melena al viento aquellas tardes de sufrimiento de cada selección que visitaba La Paz, se despidió esta semana del fútbol profesional en el Cruzeiro. El Mineirao lo amó tanto como el Hernando Siles, aunque los separen kilómetros de distancia.
Era 2007 y había representado ya a la ‘Canarinha’ en juveniles por su padre. Pero lo llamó la tierra del saice y el cuñapé. Debutó en un amistoso contra Perú que acabó en derrota, como muchos de sus partidos con la selección. Hay algo de belleza también en la caída.
De las cinco Copas América que jugó, en cuatro (2011, 2016, 2019 y 2021) fue último de la fase de grupos. Solo en 2015 clasificaron a cuartos, donde rápidamente Perú los despachó. Y en Eliminatorias, peor aún: nunca pudo pisar un Mundial. Aunque no era necesario. Su nombre ya está a la altura de ‘Platini’ Sánchez o el ‘Diablito’ Etxeverry en la tierra del altiplano.
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Alcanzó los 31 goles con la camiseta de la absoluta de la FBF, encumbrándose como goleador histórico. Además, fue el máximo artillero de las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Qatar 2022 con diez goles por delante de nombres como Lionel Messi o Luis Suárez, a los que acompaña en otro registro: tercer máximo realizador histórico de las clasificatorias regionales con 22 tantos en 63 partidos, detrás del argentino (31) y el uruguayo (29).
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Y en clubes fue también letal: el primer boliviano goleador de una Libertadores (2008) y el primero en ser campeón de un torneo continental en Europa (Copa de la UEFA 2009 con el Shakhtar). No se retiró cualquiera. Dijo adiós el loco que eligió a Bolivia sobre Brasil.