El Ki Klaksvik, de las Islas Feroes, ha hecho historia al meter a un equipo feroés en una fase de grupos de una competición europea
Ha alcanzado la tercera ronda de clasificación para la Champions y ha ganado la ida al Molde por 2-1
Las rondas de la Champions. Esas eliminatorias que sobran tanto a los equipos más ‘grandes’ del Viejo Continente pero que son oro para aquellos clubes modestos que ansían, por qué no, soñar por un día. O por dos. O por tres. Porque el fútbol, aunque se encapriche en agrandar la diferencia entre clases, también está hecho para las sorpresas.
Para eso están las rondas previas, para que los pequeños se crezcan y aparezcan historias como las del Ki Klaksvik, un club de Islas Feroe que da nombre a una pequeña población de apenas 5.000 habitantes. Pequeño, minúsculo comparado con lo que se mueve en Europa, pero que ha logrado lo que nadie había hecho antes en el país feroés: meter a su equipo en la fase de grupos de una competición continental.
Casi más gente en el estadio que en el propio pueblo
El club está inmerso en plena lucha por alcanzar la fase de grupos de la Champions (ganó al Molde la ida de la tercera ronda por 2-1), pero sabe que de no pasar más rondas, al menos, podrá tener a tiro o la fase de grupos de la Europa League o la fase de grupos de la Conference League. Una auténtica proeza para un club cuyo estadio tiene capacidad (3.000 personas) para más de la mitad del pueblo. Es tremendo. Es la historia más bonita del verano en Europa y, sin duda, la que ha puesto patas arriba el mundo del fútbol.
Ki Klaksvik ha ganado las dos rondas clasificatorias a domicilio y lo ha hecho con toda la épica. Primero ‘se cargó’ a todo un Ferencvaros ganando en Hungría por un contundente 0-3 tras el 0-0 de la ida, y luego tuvo que acudir a los penaltis para eliminar al Häcken sueco, donde un portero que, tras dejar el fútbol, luego fue central hasta volver a convertirse en héroe en la portería, terminó siendo el héroe. Cosas que pasan en Islas Feroe.
Un delantero que es importador de productos alimentarios
Aunque, si hablamos de grandes nombres propios en un equipo que, en condiciones normales, no los tendría, hay que hablar de Arni Frederiksberg. Si buscan ahora mismo su nombre en Google aparecerán unos cuantos resultados, pero hace apenas un mes no era más que un futbolista que, como casi todos en el país, también tenía que trabajar para poder “dar de comer a sus hijos”, como ha recordado el propio jugador en una entrevista a ‘Eurosport’. Trabaja, por cierto, en una empresa de importación de productos alimentarios. Otra historia para guardar.
Ahora en Europa su nombre adquiere cierto prestigio. Con seis goles en los cinco partidos que ha disputado de fase previa, se ha convertido en el primer gran goleador de la Champions League a la espera de que lleguen los Haaland y compañía. Pero quiere más. El Ki Klaksvik venció 2-1 en la ida de la tercera ronda de la fase previa de la Champions al Molde y ya ha demostrado que a domicilio se crece.
De pasar, el cuadro de las Islas Feroe estaría muy muy cerca de plantarse en la fase de grupos de la máxima competición continental de clubes. Una historia de amor, pero veremos si se trata de un amor de verano o si han llegado para quedarse. De momento, saben que jugarán en Europa la próxima temporada. Y eso ya es increíble.
