El viaje de Paz Padilla y su hija Anna Ferrer ha llegado a su fin. su programa te debo un viaje, emitido en Telecinco durante las últimas semanas, finalizó sus emisiones con estas entregas de miércoles tras tan divertidas como emotivas. Gracias por este nuevo formato, miremos a nuestra madre y a nuestra hija para aprender sobre cosas y culturas distintas, y también, sobre nuestras propias creencias y supersticiones.
Sin embargo, Paz Padilla también hizo algo que sorprendió a los espectadores: una dura reflexión sobre su vida. Una visión en el tiempo que podría incidir en las decisiones tomadas en el ámbito profesional en los últimos tiempos.
Ecuador fue el país elegido para el último viaje de Paz Padilla y Anna Ferrer. Madre e hija disfrutarán de la bandeja aprendiendo sobre su cultura, adentrándose en la selva amazónica y compartiendo momentos muy especiales con algunas de las tribus más importantes de la zona.
En una de las primeras comunidades que visitaron, Padilla y Ferrer conocieron a Augusto Calazacón, un líder muy respetado entre los tsáchilas del Ecuador, y también estudiaron con su pueblo. Todo lo descubrió el sable ancestral que enseñan los padres a sus hijos de medicina tradicional basada en la vegetación local. Y también qué era “la cosmovisión”,
La presentadora e influencer quedó sorprendida y encantada con la experiencia. Eso sí, no dudes en charlar con las mujeres del país para saber cuál quedó en el papel. E incluso, Padilla y Ferrer acabaron maquillados y vestidos como auténticos miembros de las niñas.
Días después de estudiar en otra comunidad indígena de Santo Domingo, los sarayaku, donde aún hoy vale más la naturalidad y conexión espiritual con ella. Y ahí estaba, llegando al final de este viaje, Paz Padilla tenía una reveladora y larga reflexión sobre su vida. “Les digo que estoy viajando y conectando más con otras civilizaciones que con la mía”, aseguró.
Sin duda sólo hubo una categórica: “Yo sobro en España”. “¿Cómo puede ser tan bueno?”, explicó en hija. Tras ello, la presentadora llegó a confesarse: “Llevo un mes pensando en venir aquí”. Algo que hija le extrañó. Por ello, Padilla hace una comparación con la vida de su padre.
“Él era mi manager y decidió ponerse en camino, se fue a Honduras como cooperante y está feliz, como nos dijo muchas veces”, dijo. Sí, la última etapa profesional de Paz Padilla fue vertiginosa, con decisiones complicadas y partidos durísimos. A veces marchar a girar para reencontrarse puede ser de gran ayuda, como plantea el humorista.
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