Leo Messi a lo largo de su carrera ha firmado y se ha fotografiado con una gran cantidad de fans que querían guardarse un recuerdo para la historia. El jugador siempre se ha mostrado amable con sus seguidores y en numerosas ocasiones se ha podido ver como no es un impedimento para él estar cerca de la gente.
El argentino es un ídolo para muchos, pero él también tiene como espejo a otros deportistas. En una entrevista con el periodista Juan Pablo Varsky, el jugador del Inter Miami ha afirmado que Michael Jordan es un ejemplo para él: «Michael Jordan es el mejor de todos los tiempos. Después de ver su serie ‘The Last Dance’… es impresionante. Eso me acercó mucho más a conocerlo.»
[–>
El de Rosario reconoce que no es un gran entendido del baloncesto, pero explica que le hubiese gustado vivir aquella época de los Bulls de Jordan: «Es una pena no haber podido vivir esa época en vivo porque me hubiera encantado. Tampoco sé mucho de baloncesto, pero él era algo diferente. Le tengo una gran admiración.» Su entusiasmo por Jordan es tal que expresa el deseo de poder fotografiarse con él en un futuro: «Tanta gente me ha pedido fotos, ¿por qué no podría pedirle una foto? Sería realmente lindo», explica el argentino.
«Sigo disfrutando el día a día»
[–>
En la misma entrevista, Messi también dejó en el aire su futuro. Preguntado por su retirada, el ex del FC Barcelona cuenta que aún disfruta jugando al fútbol: «Será hasta lo que tenga que ser (el final de su carrera). Yo sigo disfrutando el día a día, jugar a la pelota. Y cuando no sea más profesional, seguiré jugando a la pelota con mis hijos. Es el deporte que más amamos, el que nos identifica desde niños».
[–>
Para él el fútbol lo es todo, por lo que no tiene prisa ni el deseo de poner fin a su carrera. Una trayectoria llena de éxitos que Leo nunca pensó que lograría conquistar: «Cuando empecé a jugar, tenía tres o cuatro años y no era consciente de los títulos que podía ganar o los Mundiales. Yo jugaba porque me gustaba jugar, era mi pasatiempo. Buscaba alguien con quien jugar, y si no, hacía jueguitos o pateaba contra una pared», concluye.