El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dará a conocer este jueves si la posición de la UEFA y la FIFA respecto a la creación de la polémica Superliga de fútbol es contraria a las normas europeas de competencia.
El tribunal, con sede en Luxemburgo, publicará sus respuestas a las cuestiones prejudiciales planteadas por un juzgado de Madrid, que pidió a la máxima instancia administrativa de la UE que aclare si la FIFA y la UEFA incurrieron en abuso de posición dominante al bloquear con la amenaza de sanciones la creación de un torneo alternativo, la Superliga.
El escrito, que no se puede recurrir, se conocerá un año después de que el abogado general asignado al caso, Athanasios Rantos, concluyera que la FIFA y la UEFA no incurrieron en abuso de poder, lo que supuso un revés para el torneo que impulsaron algunos de los mayores clubes de Europa y que aún respaldan Real Madrid y FC Barcelona.
La opinión del abogado general no es vinculante para el tribunal, pero en la mayoría de los casos marca la decisión final de los jueces.
«Las normas de la FIFA y de la UEFA que supeditan la creación de cualquier nueva competición a una autorización previa son compatibles con el Derecho de la Unión en materia de competencia«, consideró el abogado general.
Los clubes, según Rantos, pueden crear una competición alternativa como la Superliga al margen de la FIFA y la UEFA, pero las federaciones nacionales tienen derecho a vetar en sus torneos a los equipos que se adscriban a ese torneo.
Además, las restricciones previstas en los estatutos de la FIFA y la UEFA son compatibles con el derecho europeo y amenazar con sanciones es «inherente» a la persecución de sus objetivos «legítimos», agregó.
El proyecto de la Superliga europea de fútbol, constituido legalmente como una empresa española con el nombre de European Super League Company (ESLC) y promovido por la firma A22 Sports Management, se dio a conocer en abril de 2021 con el apoyo inicial una docena de clubes de primera línea de España, Inglaterra e Italia como Manchester United, Inter de Milán o Atlético de Madrid.
Pero la contundente reacción de la UEFA que preside Aleksandr Ceferin y el rechazo de la FIFA que lidera Gianni Infantino, así como la oposición de las federaciones nacionales, la Asociación Europea de Clubes (ECA), y de distintos gobiernos o de la Comisión Europea provocaron una espantada e hicieron que muchos de esos equipos anunciaron que se desvinculaban del proyecto.
Tras el abandono en trámites de la Juventus de Turín comunicado el pasado junio, sólo Real Madrid y FC Barcelona tratan actualmente de impulsar el nuevo torneo. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, reivindicó la creación del torneo alternativo el pasado 11 de noviembre, durante la Asamblea General del club. «El fútbol europeo no pertenece al presidente de la UEFA y el nacional al de LaLiga. Por eso, el proyecto de la Superliga es hoy más necesario que nunca. El objetivo es ofrecer la mejor competición. Son los clubes los que deben manejar su destino», dijo.
Según la conciben sus promotores, que denuncian que la UEFA ejerce un monopolio sobre la gobernanza del fútbol europeo, la Superliga sería una liga europea abierta basada únicamente en el mérito deportivo, con varias divisiones y entre 60 y 80 clubes participantes, junto a un mínimo de 14 partidos europeos garantizados por club.
La interpretación que aporte el TJUE será de obligado cumplimiento para el Juzgado de lo Mercantil Nº17 de Madrid que instruye el caso y que tendrá que fallar en consonancia con la resolución del TJUE.
El tribunal madrileño se ocupa del caso ante la denuncia presentada en abril de A22 por Sports Management y European Super League Company ante las amenazas de sanciones contra los clubes involucrados en la creación de la Superlia.
El juzgado otorgó a los clubes las medidas cautelarísimas solicitadas para evitar las sanciones de la UEFA, protección que después fue retirada ante un recurso y de nuevo restituida en segunda instancia.