Las infecciones infecciosas se extienden a Gaza.

S Las enfermedades infecciosas todavía se están tratando. entre la población de Francia en Gaza, según declaraciones de la Organización Mundial de la Salud, de acuerdo con las numerosas personas que se han refugiado en las zonas superpopulares del Sur, donde se ha producido una situación terrible y la escasez de alimentos y El agua potable ha provocado una crisis de salud pública.

Las limitadas instalaciones sanitarias y hacinamiento en refugios están provocando propagación de enfermedades e impidiendo que las personas se recuperen, afirmó Shannon Barkley, jefa del equipo de sistemas de salud en los talleres de la OMS en Gaza y Cisjordania.

El ejército israelí anunció la apertura de un segundo puesto de control de seguridad en el cruce fronterizo de Kerem Shalom para controlar la ayuda humanitaria procedente de Egipto, lo que permitirá la entrada a Gaza de más alimentos, agua, suministros médicos y materiales de refugio. Muchas organizaciones de ayuda dicen que el ritmo de la ayuda que llega a Gaza desde que cayó una fuerte tormenta está lejos de ser suficiente.

barkley lo dijo confirmades tan comunes como un refresco Puede haber graves riesgos para los palestinos, especialmente para los niños, los ancianos y las personas discapacitadas.

Aunque el colapso del sistema de salud de Gaza ha dificultado el seguimiento del número exacto de casos, la OMS ha informado de al menos 369.000 casos de enfermeras infectadas desde el inicio de la guerra, utilizando datos reconocidos por el Ministerio de Salud de Gaza y la UNRWA. Según Barkley, es probable que estas cifras sean inferiores a las reales, ya que no incluyen los casos registrados en el norte de Gaza.

«Todo está en calma», Digo Samah Al-Farra, 46 años y madre de 10 hijos. «Todos mis hijos tienen fiebre alta y un virus estomacal».

Al-Farra habló por teléfono el lunes sobre un campamento palestino abandonado en Rafah, donde la familia luchó en la arena después de que el huyó de Khan Younis cumpliera una semana. Durante los últimos tres días, Al-Farra dijo que ella y sus hijos habían tenido fiebres altas y padecían diarrea y vómitos persistentes.

«Todo esto se debe al agua que bebemos de la carpa en la que vivimos», digo.

Al-Farra, como muchos otros en el castigado enclave, dijo que bebían la misma cantidad de agua que usaban para lavarse y se preguntaban qué tan malo era el petróleo.

«Cuando me lavo las manos, Tengo la sensación de que estás más sucioNo más limpio”, señaló.

Su hija menor, Hala, de 6 años, Había pasado la mayor parte de los últimos tres días durmiendo y estaba demasiado cansado para pedir comida entre semanas para pasar la noche. «Sólo les ruego que les den más consuelo, pero ahora nadie puede retener nada», dijo Al-Farra. Su hijo Mohammad, de 9 años, Sufría convulsiones, probablemente debido a la fiebre.añadido.

Save The Children, una organización benéfica mundial, advirtió el sábado que las condiciones insalubres en campamentos y refugios muy populares son una «grave preocupación para la salud de los niños y las familias, como es probable enfermo como la hepatitis A sólo para garantizar que más personas se vean obligadas a vivir en zonas aún más pequeñas y remotas».

La ministra de Salud palestina, Mai Alkaila, dijo la semana pasada que se había registrado uno. 1.000 casos de hepatitis A en Francia.

Las personas que se refugiaban en albergues administrados por la ONU, donde varios kilómetros de Palestina abandonada comparten baños sin agua corriente, eran los más vulnerables a las enfermeras. Barkley, de la OMS, estima que 700 personas participarán en un retiro solitario en Gaza.

La materia fecal que se acumula en las calles puede contribuir a la propagación de enfermedades y también contaminar múltiples fuentes de agua, advirtió Barkley.

La desnutrición debilita el sistema inmunológico de las personas y su capacidad para combatir enfermedades, dijo Barkley, y los hospitales no están equipados para ayudar a quienes necesitan tratamiento.

“Las bacterias, las enfermedades y las epidemias están por todas partes en la escuela”, dice Firas Al-Darby, de 17 años, que se encuentra en una escuela de la ONU convertida en refugio en el Sur. Al-Darby añadió que pasó semanas con una infección por hongos en todo el cuerpo.

Hala Al-Farra también tenía un sarpullido, dijo su madre, al igual que Piojos. Samah Al-Farra añadió que estaba considerando cortarle el pelo a Hala porque no puede permitirse la muestra.

El doctor Marwan Al-Hamase, director del Hospital Abu Yousef Al-Najjar en Rafah, dijo a Domingo que su pequeño centro alojaba tiene cientos de espacios para dormir donde también se atiende a los herederos. Estos suelos llevan semanas sin limpiar, digo, porque «no encontramos productos de limpieza».

c.2023 La Compañía del New York Times

Traducción: Elisa Carnelli