Las diferencias sobre la guerra en Ucrania y las tensiones comerciales entre China y la Unión Europea dominan la visita de Estado de las últimas semanas a Marte a Francia del país chino, Xi Jinping. El anfitrión, Emmanuel Macron, espera convencer a su invitado de que utilice su influencia en Moscú para ayudar a resolver el conflicto. Además, los europeos están presionando a la principal potencia comercial para garantizar que jueguen “limpiamente” y evitar que aceleren la “desindustrialización” de Europa con sus exportaciones masivas de vehículos eléctricos y otros productos.
“Una China que juega limpio es buena para todos”, declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que participó junto a Macron en el primer encuentro con Xi. “Al mismo tiempo, Europa no dudará en tomar decisiones duraderas para proteger su economía y su seguridad”.
Xi, por su parte, busca cultivar sus relaciones con un líder europeo que promueve la llamada a la autonomía estratégica, un concepto que Pekín interpreta como un deseo de mantener una posición de equilibrio entre su país y la potencia rival, Estados Unidos. También en Francia, el país chino visitará Serbia y Hungría, los dos países europeos más cercanos a la órbita de Pekín.
“A medida que el mundo entra en un nuevo período de turbulencia y transformación, China y la UE, como dos fuerzas importantes en el mundo, debemos considerarnos socios”, dijo Xi durante la reunión con Macron y Von der Leyen, según la nota de la entrevista trilateral emitida por Beijing. Además, llamó a “profundizar la confianza estratégica mutua” entre Bruselas y Pekín, y “trabajar por un crecimiento estable y sólido de los cordones”.
Von de Leyen fue más explícita en el momento de la reunión y se quejó, en un comunicado incuestionable, de que China está “inundando el mercado europeo” con “productos subvencionados” que no tienen salida en su mercado interno. “Animé al Gobierno a recuperar este exceso de capacidad”, afirmó. También se argumentó que Beijing evita “prácticas distorsionadoras del mercado” que pueden resultar en la “desindustrialización” de la Unión Europea.
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El primer día finalizará con una Cena de Estado en el Elíseo, un espacio menos vistoso y significativo que el Palacio de Versalles, que acogió en septiembre la Cena de Estado en honor al rey Carlos III de Inglaterra. Macron y Xi partieron el martes, acompañados de sus esposas, hacia los Pirineos y el puerto de Tourmalet, paisaje pintoresco y con ruidosos ciclistas cerca de la localidad donde vivió el amigo del presidente francés y donde pasó este breve rato. Se trata de una marca más íntima, a partir de la cual se puede fomentar un “diálogo franco y amistoso”, según una fuente del Elíseo.
El líder chino pretende convencer a la UE -con Francia a la cabeza- de lo que está haciendo su política de “reducción de riesgos”, que podría limitar las exportaciones del gigante asiático al bloque comunitario, especialmente en sectores vinculados a la transición verde, en que China se ha transformado en líder mundial.
Xi propuso “profundizar la cooperación en innovación y promover conjuntamente el desarrollo ecológico”, según un artículo publicado en Domingo por el presidente asiático en El Fígaro. Y mostró abiertamente los reveses del sector en este país: “Algunas empresas chinas han instalado fábricas de baterías en Francia. El Gobierno apoya el hecho de que la mayoría de las empresas chinas sean invitadas a Francia. Esperamos que Francia se asegure de operar en un entorno empresarial justo y equitativo”.
Ucrania, club asumido
El cara a cara con Macron será la primera oportunidad de traducir la visión sobre la agresión rusa hacia Ucrania desde suelo europeo. La cuestión será clave, dada la tensión entre los chinos y su homólogo ruso, Vladimir Putin, que tiene previsto visitar Pekín en mayo.
“China comprende las repercusiones de la crisis ucraniana en la población europea”, afirma Xi en el citado artículo. En él, defiende la hoja “constructiva” de China en lo que llama “crisis”, pero no “guerra”, un término con el que Beijing nunca se ha comprometido, tal como condensó la invasión. “Cuanto más se prolongue la crisis ucraniana, más daño causará a Europa y al mundo”, continúa Xi. “Estamos dispuestos a trabajar con Francia y con toda la comunidad internacional para encontrar una solución razonable a la crisis”.
En su declaración, Von der Leyen dijo: “Pedimos a China que utilice toda su influencia sobre Rusia para abordar la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania”. Y explicó que en la reunión con Xi y Macron abrazó “el humilde compromiso de no probar ningún equipo letal en Rusia”.
La invitación dirigida al Eliseo fue acogida en las celebraciones del 60º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, y respondió a la visita de Estado de Macron a China que tuvo lugar hace un año. La presidenta de la Comisión Europea ya acompañó a los franceses durante su visita a China en 2023. Macron siempre ha pedido que se dé una dimensión europea a la relación de Francia con Pekín.
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