La liberal María Corina Machado se perfila como ganadora de las elecciones primarias de la oposición celebradas este domingo en Venezuela.
Expertos estiman que alrededor de 1,5 millones de personas participaron hasta ahora en este proceso de internas, organizado por la propia oposición al descartar la asistencia técnica del Consejo Nacional Electoral (CNE) tras meses de evasivas por parte de esta autoridad, que finalmente propuso a último minuto aplazar el proceso un mes para gestionarlo.
“Hemos superado las expectativas de las primarias, nos hemos quedado cortos”, dijo la candidata favorita de las encuestas para desbancar a Nicolás Maduro en las presidenciales del 2024 tras votar este domingo en el Colegio Martínez Centeno de la caraqueña urbanización de Santa Eduvigis.
A su lado Ricardo Sosa y Ana Corina Sosa, sus dos hijos estudiantes universitarios, vinieron especialmente del exterior para acompañarla y votar con su madre en la elección de las internas de la oposición. La candidata tenía más de 8 años que no los veía porque el régimen chavista le ha prohibido viajar al exterior y le ha amenazado a sus hijos.
Para protegerse de las amenazas María Corina prefirió sacrificarse y enviar a sus hijos a estudiar al extranjero. “Me he perdido sus fiestas de cumpleaños, su crecimiento y las graduaciones escolares, pero estoy más tranquila sabiendo que están a salvo afuera”, confesó a Clarín en una de las entrevistas que nos concedió.
En medio del sorpresivo y emotivo encuentro de sus hijos, María Corina sonriente destacó que esta es una elección fuera de lo convencional, es un “evento inédito’’ porque cada voto es de ‘’conciencia y de desafío’’ al régimen opresor.
Los comicios transcurrieron de manera tranquila y normal dentro de lo que cabe, pese a estar precedidas por trabas y saboteos que impuso el régimen chavista de Maduro a lo largo de los cinco meses que llevó el proceso para montar y organizar las primarias. El gobierno fracasó al intentar liquidarlas.
Los votantes incluso que acudieron de forma masiva a los centros electorales expresaban el tono desafiante y de rebeldía de ir a votar contra la corriente del chavismo que no quería que tuviera lugar.
Voluntarios
Los 3.010 centros electorales presentaron una alta participación de votantes con largas filas de entusiastas para votar pese bajo el sol y el calor en las plazas. El evento contó con más de 45.000 voluntarios que se desplegaron en todos los rincones de Venezuela para ofrecer unos comicios con el sistema manual, el de contar papeleta por papeleta, con los testigos de 10 candidatos. Por eso se hizo lento el escrutinio del conteo de los resultados.
En el centro de San Cayetano de El Marqués, Marvis Berlitz Chacón, de 74 años, coordinadora de una de las mesas dijo a Clarín que le llamó la atención el desinterés que ha presentado la población juvenil por las primarias. La indiferencia, apatía y falta de motivación ha sido el signo de la juventud en estos comicios’’.
Marvis Berlitz observa que la mayoría d ellos votantes en su centro son personas de la tercera edad, que es el segmento poblacional que ha quedado con la migración de 7,7 millones de venezolanos que han huido al exterior.
En la urbanización de Los Palos Grandes se repite la misma situación. Las filas de electores ancianos dominan el clima electoral. Sus hijos se encuentran en el extranjero. Livia Schael, de 81 años se muestra contenta por lo concurrida que está la plaza. “Tardé 10 minutos en votar. Fue fácil y no esperé tanto’’.
A su lado Carlota Herrera de 71 años, dijo que votaba para cambiar de gobierno, “ya está bueno ya, estamos hartos de 24 años de chavismo’’.
El concejal del municipio Chacao, Domenico Hellmeyer, de 55 años, elogió la organización de las primarias. “Todo ha sido perfecto. Es un evento inédito y hay mucha participación. Es masivo y vamos contracorriente al gobierno de Maduro. Es un ejercicio democrático desafiante porque estamos en una dictadura”’.
En la cola conseguimos a un joven Rafael Villapol, de 33 años. “Es verdad no se ven jóvenes votando pero es porque se han ido del país con la ola migratoria. No es fácil tomar la decisión de migrar a otro país. Vivo con mi mamá y alguien tiene que ocuparse de ella, y yo no soy tan arriesgado como para irme y abandonarla”’.
Otra joven, Astrid García de 36 años, mostró satisfacción que había una gran afluencia de votantes en ese centro. “Me sorprende y me da alegría ver una votación masiva’’.
Dos policías que custodiaban el orden público del centro electoral confirmaron “todo tranquilo no hay novedad en el frente”.