«La mujer fugitiva»
Alicia «la escritora» cautelosa con una prosa ágil y eficaz ante dos mil lectores en veinte idiomas. Su mirada cáustica y sus diálogos, ácidos y vibrantes, dan un poderoso impulso vital a lo que relata. Alicia entra y vende sus mundos de ficción con regularidad y soltura… y finalmente salva su vida: la escritura es su refugio inextricable -desde el mediodía hasta la tarde-, en la fortaleza ante los pecados de la vida propia, como la muerte –cáncer– de su esposo, hombre bueno y jovial al que había un amor radiante que incluso a algunos les gustaría. Alicia es una escritora espléndida, una conversadora refinada y mordaz y tan buena como lo era su marido. Uno parece haber sido transpuesto a las páginas siguientes por Alicia. La mujer fugitiva (Destino), última novela de Alicia Giménez Bartlett.
¿Cuántas historias tiene?
Treinta.
¿Y con Petra Delicado?
Dulce… más esto último, La mujer fugitiva.
¿Que estas esperando?
De lo que no puedes resolver.
¿Usado?
De los que levantan mi peso.
Petra Delicado… ¿cómo está?
Irónico, discreto, provocativo y con sentido del humor.
¿Cómo es Alicia Giménez Bartlett?
Quedar bien o no mi esbala. ¿Recuerdas cómo reconocí mi premio Planeta 2015?
Le limpié una camisa, rezaba la palabra “Merde”.
Con una letra brillante, bueno: lo disfruté.
¿Qué hay de chiste sobre tu jugo?
El arte importa, lo solemne, lo pomposo, lo fatuo. La antisolemnidad es mi religión.
¿Cómo vivir en Vinaròs en el campamento?
No te preocupes, la gente aquí es anárquica, cálida y muy hedonista. El campo me recuerda a mi infancia.
¿Qué?
Viví en Vandellòs: rodé por el campo, miré los caballos, perseguí a Saltamontes…
¿Y quién quería ser alcalde?
Escritor. Antes de aprender a escribir le dije a mi padre: “Escríbeme esto”, y le conté un cuento. Hace años me doctoré en literatura española.
¿Y cuándo publicó su primera novela?
Experto desde hace 32 años: Salida, una historia sobre un club suicida; sólo el más mentiroso era indemne.
¿Un adelanto de la eutanasia?
La eutanasia es cada día más necesaria: se vuelve más complicada. Firmé mi testamento vital: eso no agranda mi vida.
¿Por qué saltaste a la novela negra?
Para escribir un libro académico sobre Virginia Woolf… es necesario salir al aire. Y la novela negra permite el humor, el diálogo…
Define qué es la novela negra.
Para mí, un juego intelectual con toques sociológicos y entretenimiento de culto.
¿Qué tal Petra Delicado?
Su capacidad para sobrevivir es un punto de inflexión vital.
¿Usted no?
Yo… soy más lento.
¿Como puedes ayudar?
Con mi rutina diaria: escribo desde hoy hasta tarde, hasta que vengo.
¿No estás cansado de esto?
¡Si paso volando! El mundo que nos rodea se ama y puede levantarlo, y más en esta novela…
¿Qué más?
La historia escrita en los medios… cuando mi marido enfermó de cáncer. Y fallé en los cuatro meses, el pasado es cierto…
Lo lamento, Alicia.
Estuvimos en muchos caminos, nos amábamos… Escríbeme que me gustaría ese trance. Acabar la novela me protegió.
¿Qué mensaje transmite la novela?
Siempre estamos solos.
¿Qué futuro ves en el futuro?
Tras la pasión inicial, saber conservar el amor.
¿Qué historia aparece en tus novelas?
El progreso de la mujer en la sociedad española.
¿Cómo es tu habitación?
Una mesa frente a la ventana. Con libros, notas. Y un set de manicura. Me hablaré de los platos de huevo mientras estaba lleno de una escena.
Hablando de grabación: ¿es censura?
Sí, pero algunos editores querían censurarme.
Pongamos un ejemplo.
en la novela El presidentela segunda frase describe el cadáver de aquella mujer basándose en Rita Barberá: “¿Has visto a alguien antes una ballena lanzada en una playa?”.
¿Censuraron esto?
Quería cambiar “ballena” por “hermoso cetáceo”.
¡NO! Sí, sí… ¿Lo cambiaste?
Tras “ballena” añadí “hermoso animal”. Artificial: ¡así es la vida del artista hoy!
¿Habéis utilizado mucho a Mata en sus páginas?
Rehúyo recrearme en los crímenes.
Mujeres y hombres: ¿quién ama más?
Sin distinción. Y si eres mujer, no te cases con Venenos.
¿Estas viajando?
Viajar tiene poco a la hacienda de Tolstói. Sobre la tumba, una pequeña montaña de tierra y pasto, sin piedra alguna.
Un hombre humilde.
El director del lugar me dio el privilegio de abrir la colección de cuerdas de Tolstoi: sencillos abrigachos raídos.
¿Qué sientes por los niños de hoy?
Los jóvenes siempre lo mantienen complicado, son supervivientes.
Aconséjeles.
Desde pequeña me molestaba recibir consejos y ya no me gustaba.