Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al utilizar el sitio web, usted acepta el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Haga clic en el botón para consultar nuestra Política de privacidad.

no puedes decir «en nombre de papá y mamá»

no puedes decir «en nombre de papá y mamá»

Basta ya del caos litúrgico con los bautizos y otras celebraciones. Un nuevo documento denominado “Gestis verbisque” elaborado por el cardenal argentino Víctor Fernández, prefecto de la Doctrina de la Fe y firmado por el Papa, señala que los sacramentos y sus fórmulas no permiten modificacionesDeben respetarse o los cambios se considerarán ilegales.

La exigencia rigurosa proviene de los cardenales y observadores del mismo Departamento de Doctrina del Vaticano, ante los numerosos abusos denunciados.

El documento afirma que las formas y elementos estables en el rito son la esencia del sacramento”.No puedes cambiar el nombre de la creatividad. porque en estos casos el sacramento mismo no es válido y nunca ha sido realizado»

Basta, por tanto, de fórmulas tan difundidas del tipo “Mamá y papá bautizan te con mucha alegría”. O bodas celebradas «al límite del folclorismo», o la Eucaristía según la sensibilidad del sacerdote, unciones a los infermos se ofrecen a ellos «como si se tratara de una pócima mágica».

El papa Francisco en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.  Foto EFEEl papa Francisco en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Foto EFE

El documento papal recuerda que los sacramentos, administrados con los gestos vitales del Concilio de Trento, constituyen «el encuentro con Cristo Señor que da su gracia y con las palabras y actos rituales de la Iglesia». alimenta y refuta la fe”.

Esos “sois gestos” no se puede modificar porque se crea una anarquía fundamental que termina socavando las bases de la vida. “Con acontecimientos y palabras íntimamente relacionados, Dios revela e implementa su propio plan de salvación para cada hombre y mujer”.

«Pero hay que señalar que no siempre la celebración litúrgica, en particular la de los sacramentos, Mantienen plena fidelidad a los ritos prescritos por la Iglesia”, explica el cardenal Fernández.

Las intervenciones del Magisterio en materia sacramental «siempre han estado motivadas por las preocupaciones fundamentales de la fidelidad al misterio celebrado».

Sin modificaciones

El documento papal afirma que «las modificaciones graves realizadas en la materia o forma de los Sacramentos no afectan a la celebración», Oblígate a conocer a las personas involucradas para repetir el Bautista. o confirmación a un número importante de fieles que se sienten atribulados”.

El pontífice destaca que nadie tiene «la posibilidad de modificar por propia iniciativa la forma celebrativa de un Sacramento: esto no sólo constituye un simple abuso litúrgico como transgresión de una norma positiva, sino más bien un «vulnus» (daño) a comunión eclesial el reconocimiento de la acción de Cristo, que en los casos más graves ha invalidado el mismo Sacramento, porque la naturaleza de la acción ministerial exige transmitir fielmente lo recibido».

“Es cada vez más urgente desarrollar un arte de celebrar que conduzca a una disciplina que hay que respetar para ser auténticos discípulos. No se trata de seguir la etiqueta litúrgica, si se trata más bien que una disciplina»afirma el Papa en el texto.

Al presentar el documento, el prefecto cardenal Fernández afirmó que «incluso algunos sacerdotes, que habían sido bautizados con estas fórmulas, (como “Yo te bautizo en nombre del Creador” o “We bautizamos en nombre de papá y mamá”, descubrimos dolorosamente la invalidez de vuestra ordenanza y de los sacramentos hasta este momento celebrados”.

El cardenal argentino explicó que «si bien en otros ámbitos de la acción pastoral de la Iglesia hay un amplio espacio para la creatividad, en el contexto de las celebraciones de los sacramentos, ésta se transforma más fácilmente en una voluntad manipuladora».

El prefecto de Doctrina de la Fe concluyó recordando que «a nuestros ministros se les exige la fuerza para superar la tentación de sentirse dueños de la Iglesia» y «los fieles se han quedado atrás, una vez más, de recibir los sacramentos como dispone la Iglesia”.

By Adilia Girón Ontiveros

Entradas relacionadas