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para el ex vicepresidente de Evo Morales el problema es que hay «dos liderazgos»

para el ex vicepresidente de Evo Morales el problema es que hay «dos liderazgos»

El congreso del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), terminó en forma anticipada este miércoles, en medio de una crisis en el partido que agita la política de Bolivia y enciende los motores para las elecciones presidenciales de 2025.

El partido ratificó al ex presidente Evo Morales como su líder y posible candidato, a pesar de la polémica por la legalidad del evento y por la expulsión del presidente Luis Arce y su vicepresidente, David Choquehuanca, tras una creciente lucha interna.

El encuentro estaba programado para tres días en la zona del Trópico de Cochabamba, bastión político y sindical de Morales, pero se redujo a dos debido a que en la víspera se decidió el trabajo «por tiempo y materia», explicó a EFE Nelson Cox, quien fue viceministro de Justicia en el gobierno de Morales (2006-2019).

En medio de la polémica y la creciente tensión en las filas del oficialismo, el ex vicepresidente Álvaro García Linera, fiel aliado de Evo Morales durante sus tres mandatos, analizó la crisis y dijo que confía en una dosis de “realismo”, en la que Evo Morales y su ex ministro y delfín Luis Arce puedan reencontrarse y reencauzar el objetivo del partido.

El ex vicepresidente boliviano Álvaro García Linera cree que es posible volver a unir el MAS. Foto: EFE El ex vicepresidente boliviano Álvaro García Linera cree que es posible volver a unir el MAS. Foto: EFE

Dos bloques

García Linera percibe dos liderazgos y dos “grandes bloques en torno a ciertas fuerzas” dentro de su partido, según explicó en una entrevista con el diario La Razón, de Bolivia. Por un lado, señaló, está el liderazgo social encabezado por Morales y, por otro, el estatal dirigido por Arce.

“El presidente Luis tiene liderazgo político porque está en el Estado y el Estado le da apoyo, legitimidad y presencia”, explicó.

El ex vicepresidente afirmó que todos los mandatarios reciben ese tipo de apoyo, incluso recordó que la ex presidenta Jeanine Áñez -ahora presa y acusada por el supuesto golpe de Estado en el que fue destituido Morales- y el dictador Hugo Banzer también fueron respaldados por el Estado en su momento. “Eso es lo que está disfrutando Luis”.

Para Linera, este tipo de liderazgo le permitió a Arce acercarse a ciertos sectores sociales, hacer obras, lograr algunas “lealtades temporales” y dar puestos de trabajo a dirigentes sociales.

“Evo en sí mismo es una institución, es un hombre que viene del mundo indígena, del bloqueo, de la marcha, de la detención y de la tortura”, recordó su aliado y colaborador.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, enfrentado con Evo Morales. Foto: AFP   El presidente de Bolivia, Luis Arce, enfrentado con Evo Morales. Foto: AFP

Linera explicó a La Razón que Arce, en su condición de presidente, tiene recursos económicos para articular sus lealtades, mientras que Evo Morales no cuenta con esos recursos, no distribuye cargos y tampoco tiene la capacidad de distribuir prebendas a sus bases sociales para articularlas.

Según García Linera, Morales, entre el 2006 y 2019, logró encabezar el liderazgo social y estatal. “Ambos liderazgos estaban fundidos en una persona. Evo era líder social y era presidente, por eso el MAS llegó a 64% del electorado”.

Actualmente, ambos liderazgos se dividieron por definir quién será el candidato presidencial por el MAS en 2025. Las facciones del Pacto de Unidad se enredaron en una pulseada para reivindicar a su líder, que se disputa entre Arce y Morales.

García admitió estar “triste, deprimido e indignado” por las peleas internas y por el “desangramiento interno” del MAS. Lamentó que el instrumento político esté siendo desgarrado por sus líderes, a riesgo de que en 2025 Bolivia retroceda en sus conquistas históricas.

“Me gustaría esa energía y esa habilidad discursiva para enfrentar a las oligarquías, pero no entre compañeros”, dijo en la entrevista con el diario de La Paz.

Pugnas internas

En el congreso del partido, realizado en la localidad de Lauca Ñ, se reeligió a Morales como presidente del MAS, cargo que ocupa desde finales de 1990, junto a una veintena de secretarios del partido que emergieron de las organizaciones sociales de los nueve departamentos del país.


En signo de aprobación, decenas de delegados levantaban sus credenciales y gritaban «Evo, Evo, Evo», tras lo que se pedía la constancia del organismo electoral, entidad que envió al encuentro una comisión de seguimiento.

Evo Morales, durante el congreso del MAS, en el Trópico de Cochabamba, Bolivia, este miércoles. Foto: AFP Evo Morales, durante el congreso del MAS, en el Trópico de Cochabamba, Bolivia, este miércoles. Foto: AFP

Además, varios sectores de la asamblea del MAS propusieron a Morales como candidato presidencial para las elecciones de 2025, en medio de un ambiente festivo que fue animado con canciones que hablaban de la «repostulación» del ex presidente.

Fue luego de que movimiento oficialista apartara a Arce de sus filas por su negativa a asistir al congreso. Según la resolución aprobada por los simpatizantes de Morales, Arce se «autoexpulsó» al incumplir la cita en la que su rival fue proclamado candidato para las primarias de diciembre.

«Se da por conocimiento la autoexpulsión de Luis Arce» y del vicepresidente David Choquehuanca, señala el documento leído durante la reunión.

Otros 28 militantes del MAS leales a Arce, entre ellos legisladores y funcionarios del gobierno, también fueron expulsados.

Morales, quien gobernó entre 2006-2019, se disputa con Arce el liderazgo del oficialismo.

El ex mandatario fue destituido en 2019 por una revuelta popular en medio de sospechas y denuncias de fraude en las elecciones en las que había ganado un nuevo y polémico mandato.

By Adilia Girón Ontiveros

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